BARBARIE

La luna reinaba en todo lo alto. El camino vacío, oscuro, bordeado por altos alerces que parecían haber congelado sus ramas. Ni una sola se movía. Ni un sólo suspiro de viento. Nubes negras en el cielo, semejaban manchones trazados con desgano en aquel lienzo opaco, que esa noche, era el firmamento. El silencio, profundo y abrumador fue violado por el canto de un búho, que en silencio había advertido una peculiar procesión. Las antorchas en alto, los gritos rabiosos rompieron la "paz" que imperaba en aquel camino. El rey de las aves nocturnas desplegó sus alas, emprendiendo el vuelo para dar cuenta del acontecimiento en breve. La furia no cesaba, ahogando en ella las súplicas de una joven astrosa que luchaba por escapar. Los enormes ojos del búho observaban con interés al hombre, haciéndose justicia sobre otros hombres. Una soga sobre una rama desnuda y al pronto el cuerpo de la muchacha se estremecía impotente en el aire. Los gritos cesaron, observando la inútil lucha de la infeliz. Fue poca la resistencia. La turba, lentamente y en silencio fue retirándose, dejando atrás un macabro cuadro para el sereno camino.